Recomendados por una
compañera que viajó el año anterior, la que mencionó al Teshima Art Museum como una obra imperdible, armamos finalmente un itinerario
para ir a dos islas pequeñas sobre el Mar Interior de Soto a 200 Km
de Osaka: TESHIMA y NAOSHIMA.
El Teshima es un museo que forma parte del plan para la reconstrucción de la isla con el mismo nombre, el cual pretende entre otras finalidades, generar un fuerte impacto de arte, cultura y arquitectura. Consta de una construcción particular donde arte y arquitectura conviven íntimamente de forma
intrínseca creando una combinación donde el individuo es parte de su propia experiencia. El diseño de Ryue Nishizawa alberga especialmente una única obra permanente de la artista Rei Naito.
La isla de
Teshima en la que se emplaza es muy pequeña y lo que llegamos a divisar fueron
pequeñas y escasas casas, algunas plantaciones y botes. El museo es, podríamos decir, lo más relevante de la isla
situado en una de las zonas más elevadas de la misma.
Lo que
sentimos en ese lugar es inexplicable, ya que cada uno vivió y sintió de forma
particular cada efímero momento. La obra es excepcional. Al
llegar al recinto existe un sendero a modo de preámbulo y aclimatación entre la
naturaleza hasta llagar al museo. Para nosotros, el tramo debió ser el triple
para poder disminuir la ansiedad y expectativa que traíamos. Al llegar se requiere
dejar los zapatos fuera (recomendable dejar las medias) así los pies
entran también en contacto con la obra. Dentro, se requiere silencio absoluto.
El espacio
consta de una gran cáscara de hormigón de planta libre cuyo encofrado se hizo
in situ con tierra. El ingreso y el egreso es por un mismo punto y tiene dos
únicas aberturas radiales por donde se ilumina el interior y por donde
“ingresa” la naturaleza.
La obra del
artista consta tangiblemente de agua, piedras y dos
cintas de papel.
El silencio,
el contacto con la temperatura del hormigón, el ingreso de la naturaleza por
los vanos de la cáscara, las gotas de agua, los sonidos intensificados por la
acústica del material y la forma son una pocas de las tantas cosas que podemos
mencionar. No hay foto que logre transmitir sentir alguno. "Una obra única, para vivirla" menciona Lali en sus notas. Difícilmente descriptible, agregamos nosotros.
Tener en cuenta que hay pocos horarios de ferries desde la estación Uno para llegar a Teshima, así como también pocos
horarios de trenes que conecten con el JR de vuelta para Osaka. Al comprar
tickets se puede pagar menos para llegar al puerto Ieura, un puerto más lejano,
y luego trasladarse en bus o alquilar moto o bicicleta o llegar directamente al
puerto Karato que es el que queda cerca del Teshima Art Museum, de ahí se puede hacer caminando sin
problema.
Algo que nos hubiese
gustado en ambas islas fue alquilar algún medio de transporte para recorrerlas
pero los tiempos eran muy ajustados ya como para hacerlo. Vimos que hay
alquileres de bicis por ¥1000 4 horas (US$ 8 aprox.) o 1 día ¥1500 (US$ 12 aprox.), para tener de
referencia.
La misma
muchacha que nos había recomendado la obra nos sugirió que llevásemos comida,
si bien en la isla hay también las tradicionales máquinas expendedoras de bebidas japonesas y un almacén, es
más práctico comprar en la ciudad donde te deja el tren mientras se espera para
tomar el ferry. Igualmente en el museo hay cafetería con menú y en el exterior
hay unas banquetas y almohadones como para hacer picnic.
Para ir a la isla de
NAOSHIMA tuvimos que ir hasta el otro puerto en bus, el de Ieura, sino
perdíamos el ferry.
Al arribar a la isla, al puerto Miyanoura, existe un bus a ¥100 (US$ 1 aprox.) para ir al Chichu Art Museum pero
nosotros consideramos que la distancia es relativamente corta y muy fácil de
caminarla.
Esta isla, más pequeña que
la otra, pareciese atractiva para recorrerla también. Antiguamente existían diversas salinas que aún hoy se pueden advertir, asimismo conserva un
par de playas, las inmediatas al puerto no son llamativas pero las más
lejanas tal vez sean más vistosas. Lo mencionamos ya que a la altura del año que
visitamos Japón el clima acompaña.
.
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Frente al puerto existe un
local para alquilar motocicletas y bicicletas. Por lo que llegamos a descifrar
por un cartel en japonés afuera dice 1 hora de alquiler ¥500 (US$ 4 aprox)
[ Naoshima ]
[ Naoshima ]
El museo, excavado en la tierra, tal como lo refiere la etimología de su nombre, es muy recomendable. Diseñado específicamente para guarecer las obras del impresionista francés Claude Monet y los artistas norteamericanos contemporáneos Walter De María y James Turrel, se singulariza asimismo por su materialidad. La
vista desde la cafetería a la bahía es grandiosa.
"El episodio más inolvidable de esa visita fue cuando en la exposición del Turrel, Flo tiró sus llaves del locker para ver si era cielo o una placa y éstas se fueron para atrás de la pared" relata Lali en sus escritos recordando uno de los tantos sucesos de este viaje.
"El episodio más inolvidable de esa visita fue cuando en la exposición del Turrel, Flo tiró sus llaves del locker para ver si era cielo o una placa y éstas se fueron para atrás de la pared" relata Lali en sus escritos recordando uno de los tantos sucesos de este viaje.
Arribar a las mencionadas islas es un viaje largo y complicado y el ingresos a ambos museos es costoso en relación a otros que visitamos, la
entrada al Teshima Art Museum vale unos ¥1.540 (US$ 13 aprox.) , al Chichu Museum ¥2.060 (US$ 18 aprox.), pero vale la pena cada peso y tiempo destinado.
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