MIAMI, E.E.U.U. | 10 horas de espera

Si bien es sabido que al arribar a Nueva York se aprovecha para comprar los insumos tecnológicos para el viaje, al tener 8 horas de espera en el aeropuerto de Miami para llegar a Cancún, México (que luego resultaron ser 10 horas) decidimos utilizar ese tiempo libre como para comprar algunos de esos artículos de modo de poder utilizarlos ya desde el principio del viaje.


Es por ello que una semana previa a partir compramos vía internet algunas cosas, las que destinamos a la empresa uruguaya Envía Mi Compra ubicada a 9 minutos del aeropuerto de Miami. Dada su proximidad y la notificación de que el paquete había llegado óptimamente solo nos quedaba esperar a las 9 de la mañana a que abriera el local.


Mientras hacíamos tiempo conversamos con Dalia, que se encarga del aseo del aeropuerto, con el que atendía en Subway y con unos muchachos que trabajaban en una tienda de revistas. Ellos nos confirmaron que la gran mayoría de personas que trabajan en el aeropuerto de Miami son cubanos, algo que ya habíamos corroborado ya que desde que nos bajamos del avión, los de la aduana, los que despachan el equipaje, los que limpian y los de los comercios, hablan español. 


8:45 de la mañana nos tomamos en el subsuelo (en PB no paran) el primer taxi rumbo a Envía Tu Compra. El taxista era un morocho grandote similar a Michael Clarke Duncan. En ingles le expresamos hacia dónde nos queríamos dirigir, por si acaso le mostramos el mapa con la ruta y le indicamos el camino a tomar. 
Aceleró suavemente intentando ingresar varias veces la dirección en el GPS hasta que con nuestra ayuda lo consiguió.



Todo iba tal como esperábamos hasta que nos percatamos que tomaba otra avenida y no la sugerida; igualmente no nos alarmamos ya que prácticamente era la misma distancia. Sin embargo, en lugar de tomar la vía que indicaba el GPS (y que nosotros además sabíamos que era la correcta gracias al Google Street View) el taxista siguió de largo. Ahí nos inquietamos por lo cual le dije (en un inglés que poco me importó que fuese el correcto) que ahí estaba el lugar a donde queríamos ir. Mientras él nos argumentaba que no, que estaba equivocada, a lo cual le respondí que yo "conocía el lugar", que lo había visto y que ya lo habíamos pasado. 
Como me volvió a reiterar lo desorientada que estaba, le dije, ya en en tono alarmante "¡pare el taxi! ¡me voy a bajar! ¡me bajo y me voy caminando!" (desubicado por completo mi razonamiento ya que estábamos en pleno trébol de una autopista donde por lo visto no se divisaba nada que se asemejase a una senda peatonal)

Visto el estado en el que me puse, el taxista no nos quería dejar bajar, por lo que le volví a argumentar su error. Al parecer, en la actuación de ”baqueana de Miami" me fue bien, por lo que el hombre reconoció "haberse equivocado" y decidió parar el contador (el cual ya iba casi US$10 dolares por encima de lo que nos debería de haber costado)


Bufando y golpeando de vez en cuando el volante, emprendió la vuelta, ya con un embotellamiento bárbaro, lo que nos tomó unos 45 minutos en lugar de los 9 minutos que nos debió de llevar.


Próximos al destino, nos dijo en un tono bastante imperativo que si bien él se había equivocado, que consideremos como clientes que había tenido un gesto con nosotros apagando el contador pero como todo le llevó mucho más tiempo y combustible, le debíamos de pagar más de lo que el contador marcaba al momento de apagarlo.

Ya con una furia que hervía, sumado a que el Pollo gritaba de vez en cuando "¡nos estás paseando!" al detenerse el taxi en el destino, dejé a un lado todo tipo de cordialidad y le dije cual loca enfurecida que, si bien apreciamos el gesto que tuvo de apagar el contador, no le pensábamos dar ni un peso más de lo que marcaba el contador, suficiente con pagar sus errores ya que nosotros sabíamos perfectamente dónde era y el destino del GPS estuvo correctamente ubicado en todo momento. Finalizando el argumento con el grito "somos estudiantes, no ricos", cerré la puerta trasera de un portazo diciéndole "que tenga un buen día".


Así fue que llegamos 9:30, con el sentimiento a flor de piel, a 3 portones cerrados con la inscripción "Envía Mi Compra, abierto de lunes a viernes de 9:00 a 17:30". No encontrábamos el timbre por ningún lado por lo que atinamos a golpear uno de los portones al azar. Inmediatamente,  uno de ellos se levantó dejando aparecer a un joven que nos dijo en un perfecto uruguayo "¡buenos días! ¿cómo están? ¡pasen!"



Ya ahí dentro, todos hablaban español, por lo que oímos, unos cuantos uruguayos. Les contamos lo sucedido unos minutos atrás y nos llamaron un taxi para que nos llevase al aeropuerto ya que demoraban 15 minutos en arribar al local aproximadamente y en media hora debíamos de estar en el aeropuerto para tomarnos el vuelo a Cancún.
En un muy cálido ambiente, nos tramitaron nuestras compras. 


Muy contentos de cómo nos atendieron nos fuimos a esperar al taxi 9:45 a la puerta. Ya pronta para discutir nuevamente, nos subimos. Allí conocimos a Guzman Jairo, un colombiano de 50 y algo de años que tomó la vía Perimeter tal cual le indicamos y llegó en 10 minutos al aeropuerto y nos cobró los US$15 correspondientes, no sin antes contarnos un poco de su historia y y advertirnos que los Mexicanos son "bravos" y que "tengamos cuidado". Algo que, días después, corroboraríamos.

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Si es que se tiene un tiempo de espera prolongado en Miami y si es que coincide con el horario de apertura de los comercios, recomendamos hacer la compra vía web (nosotros la efectuamos por Best Buy) con el tiempo suficiente (de modo de no pagar extra por el envío) como para que llegue unos días antes de tu arribo a las oficinas de Envía Mi Compra (el registro vía web es gratuito) pero no con tanta antelación como para que pasen mas de 15 días archivados)
Cabe mencionar que en Envia Mi Compra, el retiro de cada paquete cuesta US$10. Nosotros compramos dos artículos que provenían de dos tiendas distintas pero estaban en un solo paquete. 
Por último, si la experiencia en el taxi es buena, el viaje sale US$30 aproximadamente ida y vuelta.

1 comentario:

  1. Uno pienza que esas cosas solo pasan en casa y no en el primer mundo,como veran pasa en todos lados asi que a andar con cuidado sin dejar de disfrutar tan lindo viaje emprendido.Masss!! Fotos,abrazo grande y saludos.

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